SINOPSIS

Un contrabajista, funcionario de la Orquesta Nacional, nos adentra como invitados a la habitación insonorizada de su casa que usa para sus ensayos.  Mientras se prepara para el importante concierto en el que tomará parte esa noche y al que asistirán políticos y personalidades, vamos descubriendo el extraño y curioso vínculo de amor y odio, de atracción y rechazo que siente hacia su Contrabajo.  Efectivamente la presencia del Contrabajo es sentida de forma constante.  Para nuestro músico es un trasto que le estorba pero que debe recibir su cariño.  Las limitaciones del instrumento también son una carga para la motivación profesional.  Pero el contrabajo es para él algo casi humano, lo cuida, le da calor, lo arropa contra el frío y la lluvia; es también casi una compañera, casi una mujer... Nuestro contrabajista, aunque aún joven, es ya funcionario y todo parece preescrito...  A no ser que hoy, en el concierto, se produzca un escándalo que dé un vuelco a su carrera...

Maskarada ha realizado una adaptación del texto y lo ha puesto en escena con una propuesta muy sugerente, introduciendo a los espectadores en la misma habitación insonorizada en a que se encuentra el contrabajista y poniéndolos en relación directa con él.  De esta forma el espectador, con su simple asistencia al espectáculo, se convierte en agente vivo de la obra, y lo quera en un principio un soliloquio se convierte en un una auténtica conversación en directo: de un lado, el discurso apasionado del contrabajista y del otro el asombro divertido de los espectadores-invitados.  Ah, y entre ambos la presencia contundente de EL CONTRABAJO.

PATRÌCK SÜSKIND

Escritor Alemán nacido en la localidad bávara de Ambach.  Hijo del escritor expresionista W.E. Süskind, desde 1968 a 1974 estudió Historia medieval y moderna en Múnich y Aix-en-Provence.  Sus obras giran en trono al aislamiento del individuo en la sociedad, y durante los años 80 colaboró en guiones televisivos.  Su primera obra fue un monólogo teatral,  El contrabajo (1984), aunque el éxito le llego con El Perfume (1985), que lo desveló como un gran narrador.

CRÍTICAS

"... la auténtica chispa de esta obra, está en la adaptación que hace de ella la compañía Maskarada, que introduce a los espectadores en esa habitación en la que les espera el contrabajista, Gorka Mínguez, que sabe hacernos participes a todos de esa maravilla que es el teatro.  Un teatro activo, participativo, donde se pierde el concepto de monólogo, pues logra convertir al público en actores alrededor de un contrabajo, encontrándonos en una conversación colectiva en directo, puro placer de sensaciones, sentirte público vivo en la obra."

¡Teatro puro teatro!

LQS Galileo. enero DE 2006. Teatro Lagrada.  Madrid.

"... pero en realidad lo que el público diga o deje de decir no condiciona el desarrollo de la obra de teatro de Gorka Mínguez, un magnífico actor, no se deja contagiar en ningún momento por las risas nerviosas ni se distrae por los comentarios de los expectores   Está completamente metido en el papel, pero ello no hace que prefiera evitar contacto ocular con el público o nos improvise en su monólogo si cualquiera de nosotros le sugiere algo.

... Personalmente, me parece que la representación tiene dos grandes aciertos: El actor Gorka Mínguez y la concepción de la obra en la que los expectores forman parte de la escena y el escenario.

... Por otra parte,  Gorka Mínguez consigue transmitir sus emociones al público.  No son en ningún caso sensaciones extremas, ya que ni la risa es brutal ni la tristeza aguda.  Pero sí alcanza esa familiaridad probablemente buscada, una cierta empatía, tal vez, provocada por la absurda relación que el músico mantiene con el instrumento.  Es aquí donde la obra tiene su más importante hallazgo: sorprender, entretener y convencer con una historia que en principio puede parecer vacía o aburrida.  ¿Qué nos puede contar un contrabajista sobre el instrumento lo que toca?  ¿Es que acaso puede ser algo original, algo que no sepamos o imaginemos?  Definitivamente, sí."

Mc Guilli.  Enero de 2006.  Teatro Lagrada. Madrid.